Hola, me presento soy Aarón Fernández Sánchez, y durante el siguiente texto yo mismo te hablaré de mi, aún así, no quiero que esto sea una mera repetición ni para nada protocolario, por lo que considero que la mejor manera de hacerlo es hablando de momentos de mi vida, repasando vivencias y aspectos de mi personalidad. Espero que te resulte llevadero y sobretodo dejame agradecerte el tiempo que dedicaras a esta lectura, sea cual sea, gracias. Así que comencemos…
Nací un 20 de Marzo en Santa Margarida i els Monjos, un pueblo de poco más de 7.500 habitantes que me brindó la oportunidad de coincidir con una generación maravillosa. Un pueblo abierto, industrial y con muy buena gente. En el seno de una família de 3 hijos de los cuales yo soy el mayor crecí y fui educado, mis padres siempre trataron de poner en valor los estudios, y aunque explicarlo a un niño de 7 años esto es muy complicado y en ocasiones imposible, hoy con 20 años les agradezco la hazaña.
Realicé mis estudios primarios en la escuela Doctor Samaranch i Fina, un centro de enseñanza público del que me encuentro orgulloso de la educación recibida, realmente en edades tan tempranas uno recuerda pocos conocimientos explícitos, pero no duda en que lo que es ahora es resultado de la actuación de dichos profesores algunos de los cuales aún conservo la amistad. Recuerdo que me gustaba competir, y eso no lo he perdido, me divertía tratando de ganar, tanto en el recreo como en el instante en que mirabas a ese compañero con mirada desafiante en el momento que el profesor se encontraba repartiendo las notas del pasado examen.
Esta pasión por competir, y tratar de ganar, la canalizaba jugando a hoquei, deporte en el cual era portero y aunque comencé practicándolo en el CPMonjos terminé mi trayectoria en las filas del CPVilafranca. Os cuento todo esto porque, todo en su debida medida, ha dejado huella en el Aaron que soy ahora. La visión de jugar solo desde una portería, de encajar un gol sabiendo que es error tuyo, el correspondiente tierra trágame que duraba 3 segundos y el levantar la cabeza y racionalizar que de nada sirve lamentarse, que permitirse el lujo de no dejar de pensar en ello iba a dejar mella en los minutos siguientes, forma parte, también, de mi personalidad.
El 24 de Febrero de 2019 ponía fin a mi etapa competitiva en el deporte que más ilusiones me ha dado con el siguiente comunicado en mis redes sociales (en catalán):
Després de 15 anys competint, ha arribat el moment de deixar, el que per molts anys, ha sigut, és i serà una part de mi. L’hoquei.
Creieu-me si us dic que aquest esport es veu millor des de la portería, el fet de tenir el privilegi de salvar un partit contrasta amb la responsabilitat d’arruïnar-lo en 2 minuts. Sovint un esport «de 4 jugadors», havent de convertir els xiulets per desconcentrar un jugador en un penal decisiu en alè per agafar forces i aturar-lo.
Em considero afortunat d’haver après a patinar al CPMonjos, però sobretot, amb el grup que ho vam fer, érem pocs més de 5, pero erem suficients per montar un equip amb cara i ulls per competir i fer voltes a la pista, moltes. Li podem dir sort, però és la que va voler, que en un equip d’un poble de poc més de 7000 habitants visquéssim anys tan bonics.
Arribo al CPVilafranca, amb una acollida per agraïr. Destaco una lliçó d’un dels primers anys, en el que havíem d’escalfar de 2 en 2, un equip comença sent-ho al vestuari. Pot semblar senzill, pero a la pràctica és més difícil del que sembla, i si un equip aconsegueix aquesta fita s’ha de mantenir i protegir. Agraït eternament a aquest club i a la seva gent, per tot el que hem competit i viscut i a les persones que ho han fet possible.
La decisió ha sigut difícil, i el moment dur, pero fent balanç i sent conscient de la situació crec que ha arribat el moment d’acabar. I ho faig orgullós del meu paper dins i fora la pista, havent treballant dia a dia, però sobretot ho faig agraït i sense saber si és una aturada o el final, així que, si ets dels que ha arribat a llegir fins aquí, moltes gràcies!
En el instituto El Foix, cursé educación secundaria obligatoria (ESO), 4 años de los cuales 3 tuve el placer de poder representar a mis compañeros siendo delegado de clase. Parecerá una anécdota sin importancia pero la realidad es que disfrutaba comunicando, defendiendo a mi classe, y liderando los diferentes debates internos durante las tutorías.
Mi afán por defender los intereses de mis compañeros, y conseguir una mayor influencia del colectivo estudiantil, me llevó a impulsar, en 4o de ESO, la creación de la «Associació d’Estudiants El Foix». Una organización que lejos de llevar a cabo tareas reivindicativas, buscaba el entendimiento con el profesorado para solventar el problema de coordinación que durante mis 3 años como delegado había puesto en valor. Nacia pues, la primera organización de este estilo en el instituto, y ese mismo año dejaba mi puesto cómo delegado para convertirme en el primer presidente de la «Associació d’Estudiants El Foix». Solamente tengo palabras de aprecio para las personas que conformaron la junta directiva, asimismo solamente me queda desearle a la actual todos los éxitos y entendimientos posibles para que dicha organización que tantos esfuerzos tomó siga teniendo un sentido.
Finalmente, antes de terminar mi etapa ESO, querría dejar una última lección y modo de actuar.
« Evita dar la espalda a los errores, cuando falles, detente y trata de entenderlo. Y siempre que puedas tomalo con humor»
Eso mismo intento hacer en todo momento, y esta anecdota que puedes ver a la izquierda es un claro ejemplo de ello. Durante 2o de ESO se me ofreció la posibilidad de participar en el concurso televisivo «Picalletres», os pongo en situación, nivel uno, mis compañeras ya han acertado, es mi turno, el final te sorprenderá.
Cuando accedí a bachillerato, tuve clarísimo que quería estudiar Administración y Dirección de Empresas en la universidad Pompeu Fabra, es cierto que la nota que me requerían para acceder era elevada, pero teniendo en cuenta mis resultados iba a lanzarme de cabeza para conseguir este objetivo.