Hoy hace exactamente un año, terminaba el viaje más largo de mi vida. Este no es un artículo para recomendar sitios para visitar, no es un artículo turístico. Simplemente quiero comentar y dar mi visión sobre como es hacer un Interrail solo, cómo te sientes y cómo se lleva la situación. El viaje comenzaba el 26 de Junio de 2019 y lo hacía después de esa decisión que me había resultado, sorprendéntemente fácil, mi planificación del viaje era la siguiente:
«Bélgica; Bruselas, Brujas y Gante, Paises Bajos; Róterdam, Alemania; Berlín, Polonia; Cracovia, Hungría; Budapest, Austria; Viena, Suiza; Ginebra»
Comenzaré explicando aquello que aprendí en base a las experiencias que te deja un viaje de este estilo. Después comentaré, muy por encima, cuatro cosas de cada ciudad. No os preocupéis porque no os voy a comenzar a enumerar sitios para visitar, ni donde comer, tenéis cientos de guias de viaje en Internet para cuando visitéis estos lugares, consejo: buscad «que visitar en X en 3 días». Todo lo demás no necesitas verlo. Finalmente contestaré las preguntas que habéis dejado en las redes sociales. Todo en este artículo.
Lecciones que pueden ser útiles (o no).
La gestión del miedo.
El miedo es algo que de un modo u otro siempre tienes presente, a veces solamente es respeto, en mi opinión lo llamamos respeto cuando es algo que nos afecta en un futuro, y miedo cuando lo tenemos en frente. La situación más común de miedo era ir andando de noche por la calle sobretodo en países como Bélgica o Budapest (tenía el albergue más alejado del centro). La situación más común de respeto era en todo momento, un respeto constante pero decreciente, no saber que pasará mañana ni exactamente donde estaré, en un viaje con tantos cambios convives con el respeto, es tu compañero de viaje.
La verdad es que miedo como tal nunca tuve en exceso, no me encontré en ninguna situación peligrosa, puede que Bélgica se lleve el primer puesto pero ya, y fué simplemente por la zona donde me albergaba. Así como curiosidad asociada a Bélgica, tanto chicos como chicas se dan dos besos al saludarse, siempre. (esto no tiene nada que ver con el miedo, lo he soltado aquí). Claro que la situación ahora seguramente sea distinta.
Hablemos del respeto, fué decayendo durante el viaje, al igual que la mayoría de sensaciones negativas. Había una situación que me daba mucha rabia, todo el mundo que conocía y le explicaba mi viaje me decía: «Que valiente! Estás viajando solo, yo no me atrevería». Esta es la mayor putada que le puedes hacer a alguien que viaja solo. La gente que ya había viajado sola me decía: «Viajar solo es mucho mejor, ya verás como todo va bien». Ahí está la clave, yo quiero que me digan que todo va a ir bien, creédme que estando solo, esperando un transbordo en Varsovia, lo último que quieres es tener que ser valiente.
Viajar solo = Soledad.
FALSO, absolutamente. Si os digo la verdad en ningún momento me sentí solo. O al menos no más solo de lo que te sientes un día normal, donde tienes tus momentos de soledad necesarios. Aunque cueste de creer e imaginar la sensación era la contraria, me sentía muy acompañado. Os pondré en situación:
Llegas a la ciudad, pongamos Rotterdam, te diriges al albergue, te acomodas en tu habitación de 14 personas y malo será que nadie hable español y sea lo suficientemente majo para hablarte. Las personas por lo general son majas, o al menos en albergues, acostumbramos a ser más majos de vacaciones, es un hecho. Seguimos con el ejemplo Rotterdam, a la que escuches a alguien hablar español hablale, si es inglés, igual. Yo a la media hora ya conocía a un chaval de México que aún tengo en Instagram y dos chicas italianas, que también tengo, una de ellas hablaba algo de español y la otra solo italiano, que tampoco era problema porque Joaquin ya nos demostró que el italiano para un español es asequible. Y esa misma noche ya estábamos tomando una cerveza en la calle de clubes y pubs, que era la misma que el albergue, todo sea dicho. Después esto nos jugaba en contra a la hora de dormir.
«Solo no estarás, los españoles somos una plaga»
Esta frase me la dijo un chico de mi habitación en Berlín. Cierto, técnicamente los españoles no, pero los hispano-hablantes si. Allí donde vayas de Europa encontrarás, ¿cómo localizarlos? Muy fácil, cuando llegues a un lugar observa, al primero que veas que le llaman la atención por motivos X, puede ser español o francés, dependerá de su reacción, si después de la bronca, se ríe es español, si se enfada es francés. No falla. Fuera coñas, es muy fácil entablar conversación con cualquier persona.

Tenerlo todo controlado es imposible.
Seguramente fué lo que más me costó entender, y hasta la mitad del viaje lo que más me estaba desgastando. Creo que es la lección y el mayor aprendizaje que me llevo de todo el viaje. Y se que puede resultar fácil entenderlo, pero interiorizarlo y saberlo aplicar es MUY complicado, al menos para mi.
La trampa en esta afirmación está en que: todos la entendemos, todos sabemos que es cierto pero a la hora de la verdad no conocemos la cantidad de información óptima que necesitamos para tomar una decisión. En otras palabras, no conocemos el nivel adecuado de control, ya que sentimos que siempre podemos aumentarlo un poco más pero ¿Cuándo decimos basta? En mi caso lo hacía tarde, muy tarde. Contra más controlada pudiese estar una situación mejor. La situación óptima era aquella donde yo preveía todos los posibles escenarios. Problema: cuando renunciar a una unidad más de control y asumir la incertidumbre? La teoría es simple: cuando el coste marginal de una unidad extra supere su beneficio. Problema: generalmente no conocemos ni el coste ni el beneficio. Conclusión: la teoría no sirve.
Un viaje de estas características te enfrenta a infinitas posibilidades, a situaciones que no esperas. Te enseña diferentes lecciones que quedan grabadas para siempre:
- Es imposible contemplar todos los escenarios futuros: No puedes visualizar todos los escenarios, en ocasiones ni siquiera los más probables. Ejemplo claro, planes frustrados por una pandemia mundial en 2020. :W Nadie tenía un plan de actuación.
- No visualices situaciones futuras: Toma demasiado tiempo, y el beneficio que aporta es mínimo. Lo único que tienes que saber es a que hora sale el tren, no trates de imaginar como será el siguiente albergue, qué visitarás en la siguiente ciudad, que hacer si surgen imprevistos, … Fuera todo.
- Delega en el presente: Podría haber escrito «carpe diem» pero al no ser esto un wallpaper me quedo con mi opción. Delegar el pasado y futuro en el presente, los problemas que visualices ya llegarán (o no!) y los tendrás que solucionar en ese momento. Y creemé, la diferencia entre haberlo previsualizado o no será mínima. Respecto al pasado no tendrás tiempo, en un viaje de estas características tienes poco tiempo para parar a analizar todo lo que sucedió, eso lo haces un año después. Como lo que estoy haciendo ahora.
Nos acabamos adaptando a todo.
Si os digo que desde el primer momento todo fue fácil mentiría. De hecho en el viaje hasta Bruselas y durante 1 día allí me acompañaron dos amigos que también iniciaban su interraíl. Aún así ellos dormían en otro albergue y solamente nos vimos para explorar Bruselas. Volviendo al tema que quería desarrollar, los inicios no fueron fáciles, os diría que hasta llegar a Berlín no veía nada claro el finalizar el viaje. Me estaba comiendo la incertidumbre y todo un viaje por delante donde no sabía que iba a pasar. Tampoco tenía reservas de tren hechas, por lo que no tenía nada claro el poder terminar.
No estaba gestionando bien el estar «solo», entre otras cosas porque nunca había viajado solo. En el momento de encontrarte en una situación así, sin nadie conocido, la primera reacción es encerrarte más en ti mismo, música auriculares y tirando. Después racionalmente te paras a pensar y acabas desconectando los auriculares y abordando algun grupo con un: «Hi, can I join you?». Cuando llegué a Róterdam, conocí un chico que si no recuerdo mal vivía en Suiza y me estuvo explicando sus experiencias viajando solo. Entre otras cosas me contó que hizo su primer viaje solo, a los 30 años y que ojalá lo hubiese hecho con mi edad. La verdad es que esa charla fue un momento de inflexión.
Sin saber exactamente cómo, al cabo de unos días, 1 o 2, esa sensación desapareció. De alguna manera mi pensamiento asumió el hecho de que durante las próximas 3 semanas y media iba a seguir viajando solo y no había otra opción que aceptarlo y seguir adelante. Ya no importaba todo el viaje que quedaba, a partir de ese punto comencé a disfrutar del viaje muchísimo más.
Seguramente es la parte que más me cuesta explicar, porque no se extraer claramente una conclusión, no se ayudaros porque realmente desconozco que es lo provocó este cambio de chip. Solo se que se acaba dando. Por lo que, lo único que puedo sacar de aquí es: cuando sintáis sensación de estar agobiados, o de no estar cómodo en una situación, seguid haciéndolo. No se si esa sensación que sentí fue la propia del tópico «sal de tu zona de confort». Aún así no quiero utilizar esa expresión, es demasiado abstracta, básicamente porque va desde ducharte con agua fría hasta formar parte de una estafa multinivel. Por lo que seguiremos hablando de adaptación.
«Forzar esa adaptación es sin duda el mayor aprendizaje»
Seguramente sea por eso que no puedo explicarlo. Y aunque consiguiera hacerlo sería inútil, lo leeríais y os quedaríais igual, y eso es lo último que quiero. Este es un punto que no puedo desarrollar, para entenderlo debes cojer tus maletas y tomar el primer tren hacía donde tú quieras. De la misma manera que aquellos que sienten miedo al hablar en público buscan una solución, y la solución es precisamente hablar en público para vencer el miedo. Aquí es lo mismo, extrapólese a cualquier ámbito.
Curiosidades e historias que no leeras en ninguna web turística
No quería despedir este artículo sin dejar cuatro apuntes/consejos de mi viaje separados por ciudades. Algunos consejos te pueden ser útiles si algún día visitas estos lugares, otros no te serán útiles jamás.
- Paris: Perdimos el tren porque no habían reservas disponibles. Eramos 3 y decidimos tomar un autobús, si hubiesemos sido 5 o más hubiesemos perdido también el autobús por debatir que hacíamos. Ineficiencias y paradojas democráticas. Los franceses conducen mal, como apunte.
- Bruselas: Seguramente la ciudad que más me decepcionó de todo el viaje aunque en si es bonita. Consejo grabado a fuego: hospédate en el centro!! El metro está muy bien pero sus zonas están muy diferenciadas, barrios marginales y grandes paraísos de la burocracia como el Barrio Europeo, conviven en esa ciudad.
- Gante y Brujas: Las pongo juntas porque recomiendo visitarlas el mismo día. Personalmente me gustó mucho más Brujas, es un pueblo estilo Venecia, con muchos canales, llevad repelente de mosquitos. Gante es mucho más grande pero también es bonito, sin más.
- Róterdam: Visitas las casa-cubo y ya te has visto todo lo interesante, al más puro estilo Minecraft. Una ciudad financiera que se salvó por la compañía. Importantísimo, hospedate en el King Kong Hostel, puede que por la noche no puedas dormir pero ¿quién necesita dormir? De verdad, de los mejores albergues juveniles.
- Berlín: Una ciudad que no te la acabas, hay de todo y está todo muy lejos. Aquí destacaré la importancia de los free-tours, visitas guiadas «gratis» que terminas dándole la voluntad al guía, las familias solian aportar 10-20€ al finalizar, los estudiantes de Interraíl, se marchaban a media visita o se arrimaban a una familia al acabar.
- Cracovia: Hospedate en el centro, en Stare Miasto. Te saldrá muy barato, disfruta de restaurantes comiendo por 3€, nuevamente muy barato. Diferencias en el IPC. Si encuentras un buen plan termina subiendo al castillo de Wawel al atardecer. No salgas del centro más que para ir al museo de la Fábrica de Schindler.
- Auschwitz-Birkenau: Si vas a Cracovia debes visitarlo. Poco te puedo explicar, ves allí y sal llorando como hemos salido todos. No añadiré nada más.
- Trenes nocturnos: Destaco el primero, conocí dos chicas que estudiaban derecho en Oxford. Estuvimos cantando Taki-Taki y les expliqué como utilizar un balcón correctamente, por si les daba por venir a España. En el segundo trayecto estuve dormiendo hasta que me despertó la policia para pedirme el DNI porque entraba en Suiza.
- Budapest: La ciudad más bonita de Europa, sin duda. Hospédate lo más hacia el centro posible, la parte de Buda es relativamente más barata. Había un americano de 50 años que como sabía español me hacía de traductor (él se empeñó), votante de Trump y se quejaba de que estaba soltero al tiempo que decía que las mujeres estaban locas. Conocí a un grupo de Colombia muy majo. Muchas cosas que explicar.
- Viena: Por pura casualidad conocí a un grupo de andaluces majísimos en un autobus al llegar, y sobre la bocina intercambiamos los números de móvil. La verdad es que me salvaron bastante Viena porque sabían que visitar en todo momento, también me recomendarón visitar el CERN en Ginebra y reservé la última plaza. Es la ciudad de la música clásica, si te gusta debes visitar Viena.
- Ginebra: No planees hacer muchas compras allí, si no quieres tener que vender un riñón. El CERN es visita obligada y en el lago verás un chorro de agua hacía arriba. Importante, no te acerques a los cisnes, no comas delante de ellos ni les hagas fotos con flash. Sufrí el ataque de uno de ellos una noche. El transporte público gratis, incluye barca para cruzar el lago.
Preguntas recibidas en redes sociales.
Cuando me dispuse a hacer un artículo de estas carácterísticas pregunté a través de Instagram y Twitter que me hicieran llegar preguntas o curiosidades. A continuación voy contestando una a una todas ellas:
- Como va el tema de hablar con desconocidos, hacer amigos de viaje etc. Creo que queda bastante contestado pero a modo de resumen. Muy fácil, porque la mayoría de personas que conoces están igual que tú, por lo que hay predisposición por ambas partes.
- ¿Por qué decidiste hacer el Interraíl solo? El motivo es muy simple, un plan de viaje distinto. Quería probarme a mi mismo y descubrir como es viajar solo, quería aprender y estar en una situación que, a priori, no era cómoda para mi.
- Si tuvieses que vivir una temporada en una ciudad del viaje, cúal sería? En primer lugar Berlín, en segundo lugar (si encontrara trabajo allí) Ginebra, y finalmente Viena. En las demás ciudades no me veo viviendo más de un año.
- En qué país te costo más conocer gente en cuál menos? El albergue donde mejor lo pasé, por la gente que se hospedaba allí, es Berlín/Róterdam. Dónde conocí menos gente de mi albergue fué en Ginebra. Por lo que respecta a las personas del país (de fuera del albergue), por mi experiencia la gente más abierta está en Polonia y Berlín, también ayuda que allí salí más a pubs y tal. Por el contrario no te sabría decir un país donde «cueste» conocer gente. En general los que venimos de España caemos bien en Europa, de los pocos puntos a favor que tenemos.
- Qué país recomiendas visitar? De todos, seleccionaré 2, los cuales creo que si no visitas te estás perdiendo algo. Uno es Polonia, pero basicamente para visitar Auschwitz y ya que estás, pasas unos días en cualquier ciudad (muy barato). El otro país es Hungría, en concreto la ciudad de Budapest, es sencillamente para mi, por ahora, la ciudad más bonita de Europa y de noche gana una barbaridad. Obligatorio un paseo en barco por el Danubio.
- Cuanto te costó el Interraíl? Lo dije hace tiempo, fuí becado por la Unión Europea. Pero si mal no recuerdo, el precio exclusivo del Interraíl ronda los 250€, y te ofrece un viaje de 30 días con 7 de viaje. Este último tema es complicado, recomiendo, si alguien lo quiere hacer, que busque artículos donde lo explica muy bien.
- No acabas aburrido del tren? Es como todo, te acabas acostumbrando, si te organizas bien el sueño te lo montas para dormir en el tren en los viajes largos. Después están los trenes nocturnos, son una experiencia, todo el mundo decía que no era fácil dormir ahí, pero la verdad es que no tuve mucho problema.
- Cómo es dormir en habitaciones compartidas? Esto creo que no lo he remarcado mucho, para dormir, olvidaos de Airbnb, hoteles o habitaciones privadas. Albergues! Con habitaciones de 8, 10, 12 o 20 personas. Para un viaje solo es lo mejor. Tengo pendiente probar couchsurfing. Si alguien lo ha hecho que me lo cuente.
- Volverías a hacer otro Interraíl? Sí, sin duda! Esta vez lo haría acompañado, con un grupo pequeño, máximo 5 personas. Debe haber muy buen rollo. Un viaje así puede quemar mucho. Aún así, si es con tu grupo de amigos seguro que es un planazo.
Me gustaría terminar dando mis más sinceros agradecimientos a todo el equipo de #DiscoverEU, y recordar que oportunidades como estas son gracias a la Unión Europea (https://europa.eu/youth/discovereu_es). A todos con los que compartí viaje, muchas gracias y os quiero.
Aaron Fernández Sánchez