Hace unos días estaba indagando por Reddit con el objetivo de encontrar el próximo modelo de negocio que triunfaría en América. Recomiendo hacerlo, tener un ojo puesto en los americanos nos ofrece una ventaja comparativa respecto el mercado nacional, tarde o temprano todas las tendencias que allí triunfan llegan aquí 2 años tarde.
El caso es que encontré un usuario que hablaba de una transición personal para llegar a ser un emprendedor, o como él le llamaba, una transición desde ser un «wantrapreneur» hasta convertirse en un «entrepreneur». Podía hacerme una idea de que quería decir con esa primera palabra, la imaginaba como una especie de catalogación para emprendedores-descafeinados, muy útil y necesaria. Más tarde encontré esta definición en UrbanDictionary. El mote había superado todas mis expectativas. Os dejo la definición con una traducción casera:
«Wantrapreneur: Alguien que habla de ser o convertirse en un emprendedor, pero que está lleno de cuento y nunca hará nada.»
Seguro que si pongo un ejemplo te viene alguien a la cabeza: el típico chaval que actúa como un generador de ideas constante, no le preocupa su aplicación (nunca las aplicará) sino generar ideas y demostrarte cómo se podría hacer rico. Con el tiempo va soltando «¡esto ya lo pensé yo!» al ver ideas de negocio aplicadas, y argumenta en base a un libro, por defecto «Padre rico, padre pobre», del que se ha leído 50 páginas y colgado 12 instastories. Porque no nos engañemos, lo que importa de un libro es que crean que lo has leído. Y señalizar. Muchísimo. Esto da para otro artículo.
En español no tenemos concretamente una palabra para designarles, lo que evidencia que los americanos nos llevan años de ventaja en este campo. No se me ocurre la terminología exacta, pero les llamamos de muchas formas diferentes: flipados, vendehumos, o a veces, simplemente: traders.
Realmente esta palabra era necesaria, no nos engañemos, si no lo fuese no hubiese surgido. Y es que por mucho que se esfuercen en que les relaciones, no tiene nada que ver Steve Jobs con tu antiguo compañero de instituto que te envía un mensaje privado porque tiene una «gran oportunidad de negocio». Y os lo dice alguien que tenía en su biografía de Instagram el discurso de Steve Jobs en la graduación de Stanford. Y es que si, yo con 15 años era el «wantrapreneur» modélico, cumplía todos los clichés, lo preocupante hubiese sido seguir siéndolo con 20, tantos años como ideas formuladas y las instastories: recordad «Padre rico, padre pobre», libro que merece 5 historias al día.
Realmente era cuestión de tiempo que una palabra así surgiera, no estoy engañando a nadie si afirmo que en estos momentos existe una sobrepoblación de emprendedores brutal. ¡Que no es malo! Pero si esto sigue así España puede andar escasa de funcionarios en un futuro. Y no quiero ver a este país en esa delicada situación (nótese la ironía). Frente a esto, si esta mentalidad de risk-lover continúa, cosa que dudo porque en algún momento estos «wantrapreneurs» necesitarán comer, solo quedará una solución.
Sea cual sea el resultado final, será curioso, ver a esta generación accediendo al mercado laboral. Parte ya lo está haciendo, y la razón comentada anteriormente es parte del triunfo laboral de empresas como Uber, Glovo o Cabify, entre otras muchas que surgirán. El lema «¡Se tu propio jefe!» esta resultando ser extremadamente eficaz para persuadir a estos individuos, ignorando que esconde un «¡Se tu propio empleado!» recibiendo los riesgos y responsabilidades de «jefe», y el salario y la jornada de un «empleado» más. Y no es mi intención criticar a ninguna de estas empresas, que cuentan con mi admiración por su modelo de negocio y su trayectoria.
Y el detonante escondido de esta situación es la necesidad de emprender. La expectativa social que para tener éxito y ser feliz debes crear tu propia propuesta de valor, sobre todo se acentúa en el género masculino, en las chicas este efecto es, en ocasiones, el contrario. Roles de género. ¡Mentira! La primera parte, lo último es cierto. Realmente emprender te va a generar una serie de problemas y quebraderos de cabeza muchas veces innesarios, y te hará replantear si no prefieres una vida más tranquila y estable. Y si tienes la suerte de tener una personalidad acorde con este estilo de vida, lo dejarás una temporada, echarás en falta esos problemas, y volverás a tu antiguo estilo de vida y lo que menos te importará será que digan que eres un emprendedor, creéme, tu estarás demasiado ocupado, porque en esto consiste el emprendimiento, en generar y transformar las ideas para su finalidad, su aplicación. Ahí es donde surgen los problemas, en su aplicación. Antes no existen, puesto que son solo ideas, nunca se enfrentarán a nada, y diré más, hay personas que ni las explicarán, porque todo el mundo las quiere copiar. Acabamos de ver la contraposición, todo lo descrito nunca le pasará a un «wantrapreneur».
«Un emprendedor no necesita demostrarte que lo es.»
Para cualquiera que se haya podido sentir identificado con un «wantrapreneur»:
Mi mensaje, si no dispones de los recursos necesarios, porque eres un chaval que aún está en ESO, o por motivos diversos, nos ha pasado a todos. Intenta limitar tus ideas a un escenario donde te sea posible aplicarlas, y sino, sigue así, y lucha por tener los recursos necesarios para conseguir aplicar esas ideas. Si con 16 sueñas en colonizar Marte, quizás primero tengas que fundar Paypal y venderla, y con el dinero de la venta podrás construir tu empresa para lograrlo. Quién sabe… quizás hasta te da para lanzarte al sector automobilístico.
Mi otro mensaje, si con 20-30 años seguís generando ideas o realizando actividades de dudosa conexión con el emprendimiento. Siempre estáis a tiempo de daros cuenta y tratar de cambiarlo, y sino, seguid así, sobre todo:
- El hashtag: #Emprendedor o #Entrepreneur en todas las redes sociales.
- Las stories de los libros, que no falten!! Un subrallador puede ayudar.
- «Sal de tu zona de confort» porque tu vives fuera de ella. ¡Que el mundo lo sepa!
Y sobre todo, sobre todo, sobre todo, no hagáis caso a la sociedad, si tú mismo, tú y tu mejor amigo, o tú y tus compañeros de «trabajo», os consideráis emprendedores, lo sois. Nadie os puede decir lo contrario. Nadie. Ni un artículo llamado «Wantrapreneurship. Sobrepoblación de emprendedores.» de cualquier ignorante que no sabe que lo que hacéis es súper emprendedor. En los casos más extremos os iréis a vivir juntos una temporadita para no perder nunca la razón. Sois emprendedores. «Stay hungry, stay foolish».